[Enciclopedia Online Gratuita] Diccionario de Vinos, Viticultura y Enología. (VINOTECA INTERNACIONAL)
ıllı Cántaro (recipiente) wiki: que es, historia y significado
- Detalles
- Categoría: VITICULTURA y ENOLOGIA
ıllı Cántaro (recipiente) wiki: que es, historia y significado
Para otros usos de este término, véase jarro.Para no confundir con el recipiente de la Antigua Grecia, véase Jarro (porcelana griega). Cántaro es un recipiente o bien vasija hecho de barro o bien de algún metal o bien otro material impermeable, que sirve para guardar, preservar y transportar líquidos. De forma ovoidal, con la boca y la base de apoyo más angostas, puede contar con de una o bien más asas. Se fabrica en diferentes tamaños, sirviendo el mayor —de unos diez litros— como medida. Por extensión, asimismo se ha llamado jarro al contenido del recipiente: un jarro de leche, un jarro de vino, etc. Cántaro es término de origen heleno, «????a???», vertido al latín como «cantharus», jarrón. Ha sido un objeto tradicional y en cierta forma simbólico de la cultura y la alfarería del agua, con muy abundante documentación arqueológica. Hay nueva de su existencia desde los primitivos textos hebreos, del Viejo Testamento (pasajes dedicados a Gedeón, Moisés o bien Rebeca y Eliezer); presencia que se continua en el Nuevo Testamento, en historias como la de la mujer samaritana que da de tomar a Cristo o bien en las bodas de Caná. Prosigue entonces apareciendo en la literatura romana, como en los textos filosóficos y místicos de Al-Ándalus, de forma especial en la poesía árabe en los reinos de taifas. Su utilidad y empleo en los países de la sociedad de consumo prácticamente han desaparecido, transformándose el jarro en un objeto de interés etnográfico y en pieza de coleccionismo. El modelo etimológico de referencia, el kantharos heleno, era una enorme copa con asas y base afinada, de empleo comunal en comidas, fiestas y rituales. Otro claro precedente prerromano del jarro fue la vasija prácticamente esférica de pasado neolítico (con ejemplos mediterráneos en la porcelana cardial y americanos en el aríbalo incaico); y un tercer modelo serían las vasijas bitroncocónicas (como una central de energía térmica al contrario) rastreables hasta el primer Milenio a.C. De estas formas primitivas evolucionó el jarro aguador, sosteniendo o bien mezclando los 3 modelos básicos: el ovoide (como un huevo con asas embocado por uno de sus extremos), el globular (más redondo), y el fusiforme (más afinado, como un pez). La forma más extendida es el huevo invertido con altos hombros donde apoyan las asas: los modelos más 'anchos de caderas' son frecuentes en la Meseta ibérica, el Val del Ebro, Extremadura, Andalucía Occidental y el sur de Portugal. Y los jarros ovoides más esbeltos, en todo el Levante de España, desde Cataluña a Jaén y Granada, incluido Baleares. De la manera globular, tal vez la más primitiva, quedan ejemplos entre las olas gallegas, los toneles asturianos y las tallas y bernegales canarios. Por su parte, los mejores ejemplos de jarros fusiformes hay que procurarlos en Aragón (Sestrica, Jarque, Daroca), y piezas derivadas de los alfares desaparecidos de la ciudad de Guadalajara y de ciertos focos conquenses. Piezas ceramistas de la familia de los cántaros: cántara, cantarilla y cantarillo, cantarica y cantarico, cantarellet (versión infantil -juguete de barro- del jarro fragatino)... Llorens Artigas, en sus estudios sobre porcelana popular de España, cuenta una relación geográfica de los más distinguidos: Alaejos, Albox, Arroyo de la Luz, Calanda, Cantalapiedra, Cespedosa de Tormes, Daroca, Figueras, Fraga, Guadix, Jiménez de Jamuz, Mancha del Cuervo, Magallón, Mallorca, Miravet, Moveros, Nijar, Niñodaguía (Ourense), Ocaña, Olivenza, Priego, Tamames, Tamarite de Litera, Totana, Traiguera, Trigueros, Úbeda, Vera y Villafranca de los Caballeros. A su vez, las variedades regionales son muy numerosas. Sirva de ejemplo la lista de los diferentes géneros de jarros fabricados en Aragón: Alforjero, de aguador, de arrope, blanco -o bien cántara de reja-, de boca ancha (o bien de vino), grande de Jarque, de raya, de chorro y boca (Ateca), y el de Sestrica, tramado a mano. Distintos estudios de las tradiciones folclóricas españolas registran la costumbre, en fiestas, de hacer carreras con el jarro en la cabeza. En el País Vasco, se conserva documentación gráfica de ellas en Amorebieta (Zornotza), en Ibarra (Orozco) y en Rentería. Al otro lado de los Pirineos, Roland Coquerel recoge esta costumbre en Pouyastruc. También en Aragón se practican o bien practicaron carreras o bien "paseadas de jarros", de este modo, por poner un ejemplo en: La Litera, Almudévar, Almonacid de la Cuba y Paracuellos de la Ribera. Otras localidades españolas con carreras de equilibrio: Borobia,, en Soria; Extraña,, Los Pedroches y 2 Torres, en Córdoba; Montejaque, en Málaga; Las Casiñas, en Extremadura... Las seductoras formas de esta vasija la hicieron frecuente en el Siglo de Oro de la pintura de España. Sugerida en los bodegones de Zurbarán y Luis Eugenio Meléndez, se muestra con precisión en joyas del barroco como El aguador de Sevilla y otras obras tempranas de Velázquez, y durante la producción pictórica de Murillo. Goya lo trata en múltiples ocasiones: Las jóvenes del jarro, del Museo del Prado, La aguadora, en Budapest o bien el inquietante grabado El jarro roto. Ya en el siglo veinte, lo vemos tanto en los figurativos, desde Romero de Torres a Pichot, como en Picasso que lo pintó obsesivamente en sus bodegones y lo decoró en su etapa ceramista. Asociado al agua, el jarro ha sido un recurso frecuente en los conjuntos escultóricos de las fuentes ornamentales de las urbes. Su estrellato resulta más evidente en ejemplos como: la Ninfa del Jarro de Málaga, la Fuente de la Samaritana, en Zaragoza, o bien La Rebeca de la ciudad de Bogotá. Como instrumento de percusión (golpeando su boca con la palma de la mano ahuecada), el jarro prosigue usándose en Hispanoamérica. En el folclore musical de España, su empleo en rondallas, pasacalles y conjuntos de baile prácticamente ha desparecido.Cántaro de La Rambla (Córdoba)
Geografía del jarro en España
Jarros españoles (siluetas). En el simbolismo y la iconografía
La rosa fue a por agua y le afirmó el lirio:deja el jarro rosa y vente conmigo.Pobre cantarito mío,hoy lo sollozo amargamenteporque el día de ayer me lo rompieroncaminito de la fuente. En la literatura en lengua castellana
En el folclore y las tradiciones
Carreras de jarros y paseadas
Carreras y paseadas festivas en: (arriba: siglo veinte) Amorebieta y Cortes de Aragón; (abajo: siglo veintiuno) Paracuellos de la Ribera —con el curioso jarro fusiforme de Sestrica—, Portugal y Los Pedroches.